Orígenes del Café
Flat White: Origen, Preparación y Consejos de Expertos
Junto con el latte y el cappuccino, el flat white se ha convertido en una de las especialidades de café con leche más populares. Pero, ¿cuál es su verdadero origen? ¿Cómo lograr una preparación perfecta? ¿Y qué consejos le ayudarán a disfrutar al máximo de cada taza? Descubra aquí todo lo que necesita saber sobre el flat white.
¿Qué es un Flat White?
El Flat White se elabora combinando un doble espresso con leche vaporizada y finalizando con una fina capa de microespuma, lo que le aporta una textura suave y aterciopelada. La proporción ideal para su preparación es:
- Dos partes de espresso
- Tres partes de leche vaporizada o alternativa vegetal
- Una parte de microespuma
Para los amantes del café con leche, el Flat White puede parecer similar a un café latte, pero con menos leche, lo que intensifica el sabor del espresso. Debido a esta menor cantidad de leche, se sirve tradicionalmente en tazas o vasos más pequeños, a diferencia de los vasos altos y delgados comúnmente utilizados para los lattes.
Por ello, nuestros vasos NACHTMANN Barista Cappuccino/Flat White tienen una capacidad más reducida en comparación con nuestras tazas NACHTMANN Barista Coffee Mugs y nuestros vasos Latte Macchiato, garantizando así la mejor experiencia de Flat White.
Los orígenes del Flat White
Como ocurre con muchas bebidas populares, el origen del Flat White es un tema debatido. Sin embargo, se acepta ampliamente que nació en Oceanía. Mientras que muchas especialidades de café tienen raíces europeas, se cree que el Flat White se originó en Nueva Zelanda o Australia en la década de 1980.
El origen neozelandés
Una de las teorías más populares sostiene que el Flat White fue creado en 1989 en Wellington, cuando un barista preparó un capuchino cuyo espumado no salió como esperaba. En lugar de desecharlo, lo sirvió como Flat White, un café de textura más suave y aterciopelada que rápidamente conquistó a los clientes. Otra historia afirma que dos baristas en Auckland desarrollaron esta bebida en los años 80 con la intención de crear una alternativa más equilibrada al tradicional café latte italiano.
La versión australiana
La teoría más conocida en Australia sitúa el nacimiento del Flat White en 1985 en Sídney. Según esta versión, la bebida surgió dentro de la cultura australiana del espresso como una opción intermedia entre el capuchino y el latte: menos espuma, pero con un cuerpo más cremoso e intenso. El barista Alan Preston, a quien se le atribuye la popularización del término Flat White, asegura haberlo incluido en su carta para describir un espresso con leche vaporizada ligera y sin la capa gruesa de espuma que caracteriza al capuchino.
Aunque su origen sigue siendo objeto de debate, lo cierto es que el Flat White se ha convertido en una de las especialidades de café con leche más apreciadas en todo el mundo.
La popularidad del Flat White en la actualidad
Independientemente de su origen, hasta finales del siglo XX el Flat White era prácticamente desconocido fuera de Australia y Nueva Zelanda. Todo cambió a mediados de los años 2000, cuando esta especialidad de café comenzó a ganar reconocimiento a nivel mundial.
En 2005, el Flat White llegó por primera vez al Reino Unido, donde comenzó a venderse en el icónico Flat White Soho de Londres. A partir de 2010, tanto grandes cadenas de cafeterías como cafeterías especializadas en el Reino Unido, Estados Unidos y Europa empezaron a incorporarlo a sus menús. Este auge coincidió con el crecimiento del movimiento de la tercera ola del café, que pone el foco en la elaboración artesanal y de alta calidad de las bebidas a base de espresso.
Hoy en día, el Flat White se encuentra entre los cafés más populares del mundo, solo por detrás del espresso, latte, americano, moca y cappuccino. Sin embargo, en las cafeterías especializadas occidentales, se ha convertido en una de las opciones favoritas. Numerosas encuestas han revelado que el Flat White es la bebida más solicitada en las cafeterías del Reino Unido, consolidando su ascenso meteórico en las últimas dos décadas.
Maridajes perfectos para disfrutar tu Flat White
Si quieres llevar tu Flat White al siguiente nivel, combínalo con un snack que realce sus matices y lo convierta en una experiencia aún más placentera. Aquí te dejamos algunas opciones irresistibles:
🥐 Bollería: el clásico infalible
El café y la bollería forman una pareja perfecta. En bebidas con un perfil de espresso más intenso, como el Flat White, los croissants dulces y mantecosos o una tarta de nueces aportan el equilibrio ideal, suavizando las notas amargas del café.
🥑 Tostada de aguacate: cremosa & deliciosa
Flat White y tostada de aguacate pueden sonar a cliché millennial, pero este dúo es pura armonía. La cremosidad del aguacate complementa la textura suave del Flat White, mientras que los sabores salados del pan aportan contraste al sutil amargor del café. Para un toque extra, añade copos de chile o un huevo escalfado y transforma tu brunch.
🍫 Snacks de chocolate: dulzura con carácter
El chocolate negro y el Flat White son una combinación ganadora. Brownies, galletas de chocolate negro o trufas potencian la riqueza del café y equilibran sus notas ligeramente amargas. Perfecto para un capricho dulce o un postre después de la comida.
Ya sea dulce o salado, el maridaje adecuado hará que cada sorbo de tu Flat White sea aún más especial. ¡Pruébalo y disfruta!
El Flat White puede ser una especialidad de café relativamente nueva, pero ha dejado una huella imborrable en el mundo del café. Su sencilla preparación y su equilibrio perfecto entre espresso, latte y cappuccino han cubierto un vacío en el mercado de las especialidades cafeteras. No hay duda de que su popularidad seguirá en ascenso y que el Flat White se mantendrá como un clásico contemporáneo.
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